Seguridad con profesionales

Sabemos que ahora en el mercado tenemos multitud de cámaras a la hora de poder elegir una y realizar cualquier trabajo de fotografía o vídeo. Ahora lo que  antes parecía imposible incluso con un teléfono de última generación es posible, cada vez se pueden ver como muchos operadores de cámara de diferentes medios usan estos teléfonos para grabaciones puntuales. También otros muchos se aventuran con cámaras básicas a fotografiar una boda, pero lo peor de todo, es la forma en la que se cuestiona muchas veces en el sector a un profesional. Detrás de un trabajo, existe una formación continúa así como una inversión en documentación y material para hacer el trabajo de la manera más legal posible.

Entendemos, que cualquiera puede optar por la profesión que quiera pero al menos que sea desde unas condiciones óptimas de cara al cliente. Hemos encontrado casos de todo tipo y casi nunca es un resultado óptimo para el cliente. Por eso, insistimos, en la conciencia que hay que tener y tener claro en manos de quién pones tu reportaje. Una boda es un día y no existe margen de error, por ello el cliente debe asegurar mediante un contrato firmado por las dos partes, la seguridad en todos los pasos que conlleva un evento de tal magnitud.  Recordemos que difícilmente nadie regala nada y que siempre puedes consultar con profesionales el coste del trabajo y el detalle de cada cosa. No dudes nunca entre el profesional y el que no lo es.

 

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